Reportajes

Risas y silencios, en el marco del Premio Rigo Mora 2021

Filmación de Tío. Imagen: cortesía FICG.

La segunda ronda de animaciones nominadas al Premio Rigo Mora del FICG 2021 mostró un collage de emociones variadas en la sala de proyección, entre risas, silencios reflexivos del público y sentimientos de empatía.

Just for the record

Una grabadora llamada Rec vive en un ático abandonado a donde solo los rayos del sol entran por la ventana, pero un pájaro entra de vez en cuando para cantar y asombrar a Rec, que siente entusiasmo por inmortalizar ese sonido. Tras múltiples intentos fallidos, el pájaro se acerca tanto a Rec que este logra grabarlo y, cuando el ave sale volando por la ventana, se lleva una seria sorpresa. Una animación de Vojin Vasović, coproducción Serbia-Canadá.

Steakhouse

Es tu cumpleaños, ya es hora de la comida y es momento de salir del trabajo hacia tu casa, donde tu esposo con problemas de ira te tiene preparada una cena que preparó meticulosamente. El tráfico, las distracciones y una serie de obstáculos hacen que te retrases, y eso convierte la cena romántica tan esperada en un ataque de ira y manipulación. Los corajes no traen nada bueno, pero la venganza es un plato que se sirve frío… o caliente, en este caso. Una animación de Špela Čadež, producción con origen en Eslovenia- Alemania- Francia.

Reflejo

Al inicio esta historia podría tratarse solo de una adorable niña pequeña que tiene cara de preocupada todo el tiempo, pero, conforme corre esta animación, sabemos que a Clara, de nueve años, le preocupa lo que come y la manera en la que se ve a sí misma.

En esta animación se reflejan las obsesiones y las dudas que los padres llegan a tener sobre sus hijos y un problema que es cada vez más común entre niños y niñas de todo el mundo. Una animación de Juan Carlos Mostaza, desde España.

Espejo de agua

Una mujer se ve obligada a convivir con ella misma, pero en tamaño miniatura. Espejo de agua rompe el discurso de que siempre tenemos que amarnos y aceptarnos naturalmente. Desde la intimidad, los procesos de aceptación y crisis, esta animación hace que más de una persona se identifique con el personaje. Una animación de Jimena Medina, de México.

Tío

Filmación de Tío. Imagen: cortesía FICG.

El Tío es un demonio dueño de las montañas y las minas; por generaciones, los trabajadores del lugar le han llevado ofrendas para que los deje trabajar en paz. Martín es un adolescente a quien esta tradición le parece ridícula, más aún cuando su padre lo manda por primera vez a llevarle una ofrenda al Tío. En ese momento, Martín entenderá muchas cosas, que le recuerdan a su hermano y a lo frágil que es la vida. Una animación de Juan Medina, de México.

Brince Naiem Tapia Graniel
Es estudiante de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO.

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